Durante siglos el bacalao fue uno de los pocos pescados que se consumía en la parte interior de España ya que la mayoría de los demás productos del mar no llegaban en buenas condiciones dada la distancia del litoral a interior. El bacalao, es uno de los productos que admite casi todo tipo de conservaciones, una de ellas, seguro que la conocéis: la conservación en salazón, un invento que se remonta al siglo X. Este modo de conservación permitía disfrutar del pescado todo el año.
Antes, era un producto prohibitivo por sus precios, pero, en los últimos años, podemos encontrar en nuestra pescadería de siempre o en grandes superfecies, bacalao fresco, congelado, envasado, ya preparado… su temporada se extiende de enero a abril, lo que abre todo un abanico de nuevas recetas que, poco a poco, se van incorporando a nuestras cocinas. ¡¡Y que gran placer!!
La receta que os traigo aquí, la podéis preparar de una manera súper sencilla y para todos los gustos. Mezclamos productos con sabor, personalidad y que juntos, nos dan ese toque mágico casero que nos encanta a todos.
INGREDIENTES:
- 1 PIMIENTO ROJO
- 1 PIMIENTO VERDE
- 1 CALABACÍN
- 1 BERENJENA
- 1 CEBOLLA
- 1 DIENTE DE AJO
- TOMATE FRITO AL GUSTO
- COMINO
- PIMIENTA NEGRA
- SAL
- ACEITE
PREPARACIÓN DE LA RECETA:
- Vamos a comenzar picando todas las verduras en pequeños trozos de unos 2 cm, ya que cuando lo cocinemos el tamaño menguará un poco. Una vez que todo esté picado lo vamos a poner en una olla con buen fondo para poder mover sin dificultad. También podéis utilizar una sartén si os viene mejor.
- Vamos a ir rehogando a fuego medio las verduras durante unos 10 o 15 minutos, según veamos que se van ablandando. Podéis echarle sal y pimienta. La sal hará que las verduras suelten el agua que llevan en su interior, haciendo que se cocinen también.
- Cuando veamos que las verduras están cocinadas, y que el calabacín no está cocinado del todo, incorporamos el tomate frito hasta que veamos que es la cantidad suficiente para no ahogar las verduras pero que no se queden secas.
- Vamos a rehogarlo todo 10 minutos más, hasta que veamos que las verduras tienen la textura deseada. Y reservamos en un plato para que pierda un poco de temperatura.
- Cuando tengamos el pisto templado, vamos a ir preparando el horno para montar el plato junto con el bacalao y darle temperatura para que se integren todos los sabores. El horno lo pre calentamos a 220º durante 10 minutos.
- Durante este tiempo vamos a colocar el pisto que ya tenemos preparado en una bandeja de barro, y por encima, pondremos los lomos de bacalao fresco y desalado con la piel hacia arriba (para que si se pierden jugos, enriquezca el pisto y no se pierdan) que teníamos preparados.
- Horneamos todo junto durante unos 10 minutos a 190º, para que el bacalao suelte su gelatina y ligue con el pisto. El bacalao nos debe de quedar, fresco, suelto, y que se deshaga en lascas, por lo cual, no os paséis de cocción.
- Una vez que tenemos listo el cocinado, podemos servirlo todo junto en el mismo barro o podemos presentarlo de muchas otras formas. Yo os sugiero la siguiente.
